Historia del Centro Gallego O Noso Lar en República Dominicana

En 1981, tras una de las varias romerías que hubo en este año en el país, 15 hijos de Galicia crearon un grupo de gaiteros, entre los cuales estaban el joyero Alfonso Groba, de Puenteareas, y Miguel Vilar, de La Coruña, percusionistas y pandereteros, quienes el 8 de junio del año siguiente, luego de la aprobación de los estatutos, refrendados por un decreto del doctor Salvador Jorge Blanco, presidente de la República, fundaron el Centro Gallego Naso Lar, institución que tenía como principales metas difundir la cultura gallega, como su folklore y costumbres, colaborar con todos los gallegos que necesitasen ayuda y asistencia, reforzar el espíritu de su tierra, reunir a cuantos residían en la República y cooperar con los demás centros sociales españoles del país. Asistieron a la inauguración el Embajador de España, el ministro de Turismo Suberví Bonilla y otras autoridades dominicanas, directivos de la Casa de España y del Centro Español de Santiago, así como el presidente del Centro Gallego de Puerto Rico.

Su primer consejo directivo estuvo formado por Jesús Suárez Conde, presidente, de Monterrey; José Álvarez Sobrino, 1ero vicepresidente, de La Guardia; Hilario Espiñeira Díaz, 2do. Vicepresidente, de Carballo; Alfonso Groba Amil, tesorero, de Puenteareas; Gonzalo Groba Pereira, vicetesorero, de la misma villa; Manuel Benito Otero Sobrino, secretario, de La Guardia; Manuel González Portela, vicesecretario, también de La Guardia; y como vocales Miguel Vilar R. y Rafael García Pais, de Camota; José Luis Bugallo Bueno, de Villagarcía de Arosa; Jesús Rodríguez Silva, de Lalín; Domingo Dacal Morgade, de Orense; y Manuel Alonso Álvarez e Hipólito Moreira Domínguez, ambos igualmente de La Guardia.

El Centro Gallego estuvo primeramente en la calle Doctor Defilló número 16 de Santo Domingo y luego se mudó a una amplia casa edificada en un solar de 4,000 metros cuadrados propiedad de un gallego situada en el kilómetro 9 y medio. Tenía bar, restaurante, sala de juegos, una biblioteca de 2,000 volúmenes y un campo de fútbol. La cocina del restaurante estaba a cargo de Iberia y su esposo Julio Ferradás, quienes más tarde establecieron el suyo propio en la capital. Entre las diferentes actividades recreativas que el centro desarrolló figuraron la celebración, junto a la Federación Dominicana de Yatismo, de la primera regata de veleros cruceros denominada Santiago Apóstol, en conmemoración de un nuevo aniversario del Descubrimiento de América, y un campeonato, que duró un mes, de tute y brisca, juegos de naipes, en el que participaron más de cien gallegos, españoles de otras regiones y dominicanos.

Merecedoras de loa y de agradecimiento son las numerosas obras de bien social que corrieron a cargo de dicho centro, como atenciones a enfermos, pago de hospitales, medicinas, entierros y escolaridades a los hijos de gallegos en mala situación económica, campamentos de verano y el viaje a Galicia de personas que tenían más de 50 años sin volver a ella, programa llamado Recontros, auspiciado por el gobierno de la Xunta de esa región autónoma.

En 2004 cesó la actividad del Centro por el regreso a Galicia o por fallecimiento de muchos de sus principales miembros pero ahora en el año 2024 volvemos a ponernos en marcha y a intentar cumplir nuestros objetivos fundacionales.

Queríamos compartir con todos vosotros algunas de las fotos que conservamos de aquellos primeros años.